domingo, 7 de noviembre de 2010

I love my fish


Mi pez llevaba días en el fondo de su pequeña pecera redonda sin moverse, sólo se movía para comer. Creía que se iba a morir y ya no me despertaría más por las mañanas haciendo burbujas. Ahora ya está en su pecera grande, y aunque no dure mucho el agua limpia porque me falta una pieza del motor, ya vuelve a ser como antes. Me encanta verlo flotar yendo de un lado a otro en mi estantería. Me encanta que tenga su casa en mi cuarto.

Lo he que aprendido hoy es que hasta los peces se pueden deprimir. Esto puede ser una lección...

No hay comentarios:

Publicar un comentario